El paradigma de la gestión del agua en nuestro
país, viene siendo objeto de profundos cambios mediante la transformación de
diversos aspectos estructurales de la política del agua. Cambios como los
habidos en las líneas de gobierno, cambios significativos en la regulación de
esta política en los Estatutos de Autonomía. La apuesta por nuevas tecnologías
(desaladoras y reutilización de aguas usadas), la sensibilidad del público en
general ante los problemas de calidad y cantidad del agua, así como la
reordenación de las aguas subterráneas, en el plano interno.
Sin embargo, uno de los más importantes exponentes
de dicho cambio de modelo es el registrado en la articulación de la
participación. La experiencia del Grupo de Trabajo del Agua Subterránea en la
organización de un proceso participativo para la reforma del texto refundido de
la Ley de Aguas, es un ejemplo significativo de dicho cambio. Una prueba de que
la participación social es un instrumento ineludible para una gestión estable
de las aguas subterráneas en España.
Este proceso participativo ha sido enriquecido por
un modo de construcción del conocimiento diferente al habitual, un modo de
construcción interdisciplinar y transdisciplinar que ha dotado de “robustez” a
la transferencia de conocimientos y su utilidad práctica. Esta labor ha sido
organizada por el Grupo de Trabajo de Aguas Subterráneas.
El grupo de trabajo fue convocado por iniciativa
del Director General del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, D. Jaime Palop,
cuya sensibilidad a la problemática del vacío normativo en el que se
encontraban el agua subterránea, le lleva a valorar la posibilidad de iniciar
un procedimiento innovador en la elaboración de una propuesta normativa.
Dicha propuesta debería acoger el mayor abanico
posible de intereses y opiniones e implicar a todos los sectores sociales
afectados. Se trataba, por tanto, no de una mera consulta sino de articular el
debate hacia un discurso positivo, constructivo. La iniciativa fue articulada
en un ámbito independiente al Ministerio de Medio Ambiente, desde la Universidad
Autónoma de Madrid, que aportó medios e infraestructuras haciendo posible el
procesado de los debates y la cristalización de los documentos que se iban
elaborando.
Asimismo, el Grupo de Trabajo lo formaron, un
número reducido de personas con intereses en el agua subterránea, sin carácter
representativo, así como dos funcionarios de enlace con el Ministerio de Medio
Ambiente. Todos ellos contribuyendo significativamente en la reflexión y la
síntesis.
En su conjunto, el procedimiento seguido consistió
en la elaboración de un documento o propuesta para el debate que se sometería a
diversas reuniones de amplia participación atendiendo a los distintos sectores
implicados. De cada debate público, se reelaboraría un borrador que supondría
una nueva base para el debate en las siguientes reuniones. Sin limitaciones
específicas, cada reunión, bajo la supervisión de miembros y colaboradores del
Grupo de Trabajo, volvía a exponer la propuesta básica y volvían a verterse
nuevos enfoques que enriquecían la propuesta inicial.
El principal objetivo de las primeras reuniones fue
el debate interno de las ponencias presentadas por los miembros del Grupo de
Trabajo. Para ello se asignó un ponente a cada tema.
Las principales ponencias se centraron en los
siguientes temas:
1.
Conocimiento del estado de las aguas subterráneas
en España.
2.
Usos de las aguas subterráneas en España.
3.
Problemática de la aplicación de la normativa
existente.
4.
Normas de otorgamiento de concesiones (normas de
explotación).
5.
Perímetros de protección.
6.
Acuíferos sobre explotados: plan de
extracciones/compensaciones.
7.
Priorización nuevas concesiones.
8.
Agua como servicio / derecho al agua.
9.
Problemática de las aguas privadas.
10.
Comunidades de usuarios de aguas subterráneas.
Las ponencias centran los temas más preocupantes
desde el punto del conocimiento de la problemática general que afecta a las
aguas subterráneas. Así pues, podríamos decir que:
a.- Las ponencias 1 y
2 representan una aproximación
cognitiva al estado de la cuestión.
b.- Que los aspectos administrativos
y jurídicos tienen dos enfoques: uno, la formulación jurídica y el
reconocimiento de derechos y dos, la problemática práctica de ambos, en el
primer grupo podríamos recoger a las ponencias 4, 5 y 8 y en el segundo, la 3,
6, 7 y 9.
c.- Finalmente, un tercer
apartado lo ocuparía la definición del lugar, que han de ocupar en la nueva ley
las comunidades de usuarios, pues representa una de las novedades más
significativas para garantizar la participación social en la gestión de la
política de las aguas subterráneas.
Las primeras propuestas del Grupo de Trabajo,
previas al debate ampliado, constituyeron un guión desde donde seguir las áreas
más importantes a tratar para la reforma de la Ley de Aguas. Los principales
nodos o núcleos de debate fueron los siguientes:
Conclusión 1º: Conocimiento del estado
cuantitativo y cualitativo de las masas de agua subterránea.
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Conclusión 2ª: Conocimiento de los usos del agua
subterránea:
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Conclusión
3ª: Unificación de dominio de las aguas subterráneas.
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Conclusión 4ª: Control y gestión de la
explotación de las aguas subterráneas.
|
Conclusión
5ª: Régimen fiscal de las CUAS:
|
Conclusión
6ª: Acuíferos sobre explotados.
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Conclusión 7ª Situación demanial de cauces
desecados por una explotación intensa de acuíferos.
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Conclusión
8ª Agua como servicio.
|
Conclusión 9ª Revisión del procedimiento
administrativo de las concesiones de agua subterránea.
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Conclusión 10ª Normas de otorgamiento de
concesiones (Normas de explotación).
|
Conclusión 11ª Protección de áreas de captación
de agua subterránea para consumo humano (Perímetros de protección).
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Conclusión 12ª Control medio ambiental de las
perforaciones para captación de agua subterránea.
|
Conclusión 13ª Priorización de nuevas
concesiones.
|
Conclusión 14ª Prohibición genérica del vertido
directo de contaminantes a los acuíferos.
|
Un análisis detallado, de las principales conclusiones a las que llegó el Grupo de Trabajo en la tarea previa de preparar los debates, a los que se sometería dichas conclusiones a modo de propuestas, nos permite identificar las principales categorías que engloban las áreas temáticas de dichos debates. Según podemos observar en el cuadro siguiente, las categorías principales se circunscribieron a:
Conocimiento: Esta categoría se
refiere a todas las manifestaciones que hacen referencia a la necesidad de
regular el acceso al conocimiento de las aguas subterráneas y toda su
complejidad técnico-científica.
Dominio: Los problemas asociados a
la situación del dominio público y su convivencia con el dominio privado, se
agrupan en esta variable.
Gestión: Define quién y desde
donde, se ejerce la autoridad y el control sobre las aguas subterráneas.
Principios: Son manifestaciones sobre
determinadas concepciones generales que deben guiar las actuaciones de los
agentes implicados.
Protección de las aguas subterráneas: Se refiere a
todas las medidas de carácter técnico-científico que deben ser contempladas
para garantizar una adecuada protección de las aguas subterráneas.
Si analizamos con detalle el debate interno en esta
fase inicial y preparatoria, se aprecia que se partía de una visión preocupada
por la problemática del dominio público, hacia unas propuestas preocupadas por
los aspectos de gestión. O lo que representaría una transición desde el dilema
público/privado al dilema del modo de gestión.
Figura
1.- Grafico comparativo de las categorías tratadas en los debates del Grupo de
Trabajo.
Partiendo de la
preocupación básica e inicial, que es la protección del recurso, tanto su
estado cuantitativo como cualitativo, para llevar a cabo una explotación
racional y sostenible del mismo, podríamos explicar globalmente la estructura
lógica de las variables del documento de propuestas para el debate diciendo:
- El dilema de la gestión se traduce básicamente en el
problema de la participación de las Asociaciones de Usuarios de Aguas
Subterráneas y la definición de sus funciones como órganos activos de gestión,
control y vigilancia del estado físico y jurídico de las aguas subterráneas,
así como su convivencia con los órganos de gestión existentes.
- Para obtener una participación activa, surge la necesidad de que las
Comunidades de Usuarios perciban un clima de confianza y tratamiento equitativo
entre los diferentes tipos de propiedad
(privada/concesional)[1] así como de los
procedimientos de normalización y registro de los aprovechamientos no
declarados.
- El conocimiento de los aprovechamientos es esencial para el conocimiento
global del estado de las aguas subterráneas (cuantitativo/cualitativo).
- Dicho conocimiento resulta esencial para aplicar medidas de
monitorización y estudio científico de los acuíferos, imprescindible para
alcanzar de manera eficaz los objetivos de protección y sostenibilidad.
- Estos objetivos se encuentran enmarcados en los principios de sostenibilidad
y servicio público (en el que se incluyen los derechos económicos o las ayudas
del mismo tipo y las garantías de suministro).
En definitiva, se pone sobre la mesa unas
propuestas de actuación que vienen a concitar e incluso a provocar, entre la
comunidad de expertos, tanto gestores administrativos como actores sociales o
científicos, una reflexión conjunta sobre aspectos básicos del nuevo paradigma
de la sostenibilidad para el agua subterránea.
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